lunes, 4 de julio de 2016

26- Plantación de malas hierbas.



26- Plantación de malas hierbas.

20 de junio
La semana comenzó bien. Desayuné una especie de tortita con vegetales, dulce y jugosa, acompañada de sopa de arroz con soja. La mañana transcurrió sin incidencias. Tras almorzar, el Dr. Bi-Cheng comentó que en este departamento hay una cocina, y que “a veces” se podía ir a tomar un café. Ese tipo de incisos enigmáticos hacen que me pique la curiosidad. La cocina resultó ser una sala en el hall frente a los ascensores, que tiene el rótulo “Sala de descanso del Partido” en la puerta. Tal vez por ser esta la última planta del edificio se acumulan aquí los despachos de secretarios del Partido, su sala de reuniones y la sala de descanso. Esperaba otra cosa cuando entramos, no una habitación amueblada como la cocina de una casa en el lago, con mesitas de cristal, cuadros por las paredes y numerosas macetas con plantas. Esperaba algo cutre, con sillas de cafetería. Mientras preparaba el café comentó que yo no debía ir con demasiada frecuencia allí, que como mucho un par de veces por semana. Entre esa advertencia y que en el despacho tenemos cafetera, creo que allí no se me ha perdido nada. El café estaba bueno, la máquina molía los granos justo antes de preparar la bebida.
A continuación fuimos al invernadero, pero antes pasamos por uno de los laboratorios del departamento a dejar las muestras que yo había descuartizado el viernes, para que se deshidrataran en un horno. Nos dirigimos a un edificio que contiene exclusivamente laboratorios, el nuestro estaba en la quinta planta. Tanto despliegue de material me deja embobado. Las plantas las dejaré allí una semana, ya que necesitan 48-72h para secarse pero el horno sólo está encendido 6 horas al día. Estaba allí uno de los alumnos del Prof. Fei-Hai que me habían presentado en una cena, es quien se encarga de ese laboratorio y me ayudará a tomar los datos.
Una vez en el invernadero llegó la hora de la verdad. Los decadentes muñones vegetales llevaban tres días en macetas. ¿Cuántos habrían muerto?¿Tendríamos que repetir de nuevo la parte de cultivo de brotes? Mi sorpresa fue grande al descubrir una tasa de supervivencia del 100%. Todas las plantas estaban vivas y la parte apical se había enderezado (excepto una, que la cambiamos para que todas las macetas fueran homogéneas). Incluso salían brotes de un par de macetas de las partes basales, donde la mayoría no tenían ni hojas en el tallo. Los brotes fueron amputados sin consideración alguna: aquí no se tolera a los disidentes y nos gusta que todo esté al mismo nivel. Regué las macetas una a una y luego pasé un buen rato cubriendo delicadamente los tallos con tierra, para que empezaran a echar raíces. Más les vale tenerlas dentro de dos semanas, cuando desconectemos la mitad de las plantas y liberemos a los voraces insectos. Desde luego, esta especie se acaba de ganar el primer puesto en mi ranking personal de “plantas más cabronas y resistentes”. Lo siento, Ulex, gracias por participar.
Mi  cena consistió en noodles con carne picada y una especie de alga muy picante. Le estoy cogiendo el gusto a esto de comer picante, cuando regrese a España me va a saber todo insípido en comparación. Por la noche estuve trabajando en la facultad hasta casi las 22:00, cuando regresé al hotel. Me despedí del Dr. Bi-Cheng, pues voy a estar dos semanas sin verlo, y le pedí el email de alguno de los alumnos del Prof. Fei-Hai, por si necesito algo durante este tiempo y para no molestar al profesor con nimiedades. En el hotel, Aimi me dio unos frutos secos, una especie de nueces alargadas con un sabor exótico, pero no entendí bien el nombre que me dijo que tenían. Debe ser de la misma familia que las nueces, pues el fruto por dentro es exactamente igual.

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